La cantautora guipuzcoana se sincera en su primer álbum, explorando la vida a través de canciones de pop con raíces.
Con la llegada de “Equilibrio”, Maria Amolategui invita al oyente a sumergirse en su rincón más profundo, donde la música se convierte en refugio y las emociones cotidianas adquieren una nueva luz. Su primer disco en solitario, compuesto por diez piezas cuidadosamente elaboradas, ya está disponible tanto en formato digital como físico, marcando un hito en la prometedora carrera de la artista guipuzcoana.
En este trabajo, Amolategui explora con delicadeza la dualidad entre la fragilidad y la fortaleza que conforman la experiencia humana. Cada canción funciona como una ventana a ese vaivén emocional que todos conocemos: la búsqueda de afecto, la aceptación de la pérdida y la importancia de los lazos que nos sostienen. Lejos de caer en el drama, la autora aborda estos temas desde una perspectiva serena y luminosa, transformando cada vivencia en una celebración de lo cotidiano.
La voz de Maria, reconocible por su calidez y tono grave, envuelve cada tema con una autenticidad que conecta de inmediato con quien la escucha. Inspirada por grandes nombres de la música de autor como Jorge Drexler o Natalia Lafourcade, la artista logra fusionar el pop con sonidos de raíz, generando una atmósfera íntima y natural. El repertorio abarca desde baladas suaves hasta ritmos con tintes latinos, evidenciando una riqueza rítmica que aporta frescura y versatilidad al álbum.
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La producción de “Equilibrio” ha sido cuidada al detalle. Junto a Antxon Sarasua, Maria ha logrado un sonido limpio y sincero, apoyado por la destreza de músicos de alto calibre como Daniel Venegas, Fernando Neira y Karlos Arancegui. El resultado es un conjunto de canciones que destacan por su honestidad y por la pureza de los arreglos, donde predominan los instrumentos acústicos y la emoción se sostiene sin artificios.
Uno de los grandes momentos del disco es “Días”, el último sencillo publicado antes del lanzamiento oficial. Esta canción, cargada de ritmos enérgicos y percusiones envolventes, evidencia la capacidad de Amolategui para crear melodías que animan y conmueven por igual. Anteriormente, temas como “Equilibrio” y “Abrázame” ya habían conquistado a quienes buscan música con alma y mensaje.
“Equilibrio” no solo es un álbum, sino una invitación a detenerse y escuchar lo esencial: esas pequeñas historias que conforman la vida diaria y que, en manos de Maria Amolategui, se transforman en arte. Con esta obra, la cantautora reafirma su lugar dentro del pop de autor contemporáneo y ofrece un espacio sonoro donde la vulnerabilidad y la resiliencia se entrelazan en perfecta armonía.
