Featured

El despertar de Eva... Las huellas de nuestra infancia.

Las huellas de nuestra infancia: Reconociendo y transformando los mensajes que nos marcaron

Ser mujer es un viaje lleno de capas, aprendizajes y, sobre todo, de un profundo proceso de autodescubrimiento. Desde que somos niñas, cargamos con mensajes invisibles que moldean nuestra forma de ver el mundo y de vernos a nosotras mismas. Esos mandatos silenciosos —"sé buena", "no seas egoísta", "cuida de los demás"— se convierten en una mochila que, sin darnos cuenta, llevamos a cuestas toda la vida. Pero, ¿qué pasa cuando nos detenemos a mirar esas huellas de nuestra infancia? ¿Qué ocurre cuando decidimos cuestionar esos roles heredados y empezar a vivir desde nuestra propia verdad?

Recuerda por un momento a esa niña que fuiste. ¿Qué le decían sobre lo que significaba "ser mujer"? Tal vez le enseñaron que su valor estaba en ser complaciente, en no hacer olas, en poner siempre a los demás antes que a sí misma. Esos mensajes, aunque bienintencionados, pueden haberse convertido en barreras invisibles que hoy limitan tu capacidad de decir "no", de priorizarte o de perseguir tus sueños sin culpa. Pero aquí está la clave: reconocer esos patrones es esencial para liberarte de ellos. No estás sola en esto; todas llevamos esas huellas, pero también tenemos el poder de transformarlas.

Esos mandatos no llegaron solos. Vienen de generaciones de mujeres que, en su momento, hicieron lo que pudieron con las herramientas que tenían. Nuestras abuelas, madres, tías y hermanas mayores nos dejaron un legado de fortaleza y resiliencia, pero también, en muchos casos, cargas emocionales y creencias limitantes que heredamos sin darnos cuenta. Honrar a esas mujeres significa reconocer su lucha, pero también sanar lo que ya no nos sirve. ¿Qué patrones repites que no son tuyos? ¿Qué historias te contaron sobre el amor, el éxito o el sacrificio que hoy te limitan? Tomar conciencia de esto no es un acto de rebeldía, sino de amor propio y liberación.

Aquí es donde el verdadero poder reside: en la capacidad de reescribir nuestra historia. Imagina por un momento que todas esas voces del pasado, todas esas expectativas y mandatos, se desvanecen. ¿Quién eres sin ellas? ¿Qué sueños has pospuesto por miedo al qué dirán o por no sentirte "suficiente"? Este es tu momento para redefinir lo que significa ser mujer en tu propia vida. No se trata de ser perfecta, sino de ser auténtica. De vivir desde el corazón, sin pedir permiso, sin disculparte por ocupar espacio.

Ser mujer es un acto de valentía, de constante reinvención y de conexión con nuestra esencia más profunda. Hoy tienes la oportunidad de soltar lo que ya no te pertenece, de honrar a las que vinieron antes que tú y de crear una nueva narrativa, una que te inspire y te permita florecer. Porque ser mujer no es seguir un guion escrito por otros; es escribir tu propia historia, con tus propias reglas, y vivirla con la libertad y el orgullo que mereces.

¿Y tú, estás lista para reescribir tu historia?

Por María Piña

 

Sociedad