Economía

Los polígonos autosuficientes permiten ahorrar hasta 80.000 euros al año

 

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• Este modelo emergente, que promueve la generación y consumo de energía local, está transformando la forma en que los polígonos industriales funcionan y ofrece un nuevo potencial de inversión en el sector energético.

• En Rubí, el uso compartido de energía renovable permite una reducción anual de 300 toneladas de CO2, mientras que en Gran Canaria se evita la emisión de 6.030 toneladas de gases de efecto invernadero y se logra un ahorro energético del 40%.

Según Uri Geigle, socio fundador de DAUSS Abogados y de la consultora verde SCHLAICH DAUSS, las comunidades energéticas logran una gran efectividad en sostenibilidad ambiental, con casos como Granollers Mercat, donde catorce empresas ahorraron unos 80.000 euros gracias al autoconsumo compartido.

Julio, 2023.- La transición hacia un sistema energético cerrado y completamente eléctrico en los polígonos industriales brinda beneficios económicos y ambientales, como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la sostenibilidad ambiental, una mayor estabilidad en los precios energéticos y más seguridad en el suministro, defiende Uri Geigle, socio fundador de DAUSS Abogados y de la consultora verde SCHLAICH DAUSS.

Ante la crisis energética, cada vez son más los polígonos industriales en España que están adoptando un enfoque innovador al convertirse en naves autosuficientes que producen y se abastecen de su propia energía, reduciendo así la dependencia a la red eléctrica convencional. Este modelo emergente, que promueve la generación y consumo de energía local, está transformando la forma en que los polígonos industriales funcionan y ofrece un nuevo potencial de inversión en el sector energético.

“Uno de los ejemplos más destacados es el caso de Granollers, un municipio que ha apostado por la creación de comunidades energéticas, logrando gran efectividad en términos de sostenibilidad ambiental, así como en la estabilidad de los costos energéticos para las empresas ubicadas en el polígono”, explican desde DAUSS.

En 2020, las 14 empresas que formaban parte de esta iniciativa público-privada lograron ahorrar unos 80.000 euros anuales gracias a las comunidades energéticas, implementando sistemas de generación de energía solar fotovoltaica para autoconsumo compartido, con la compra agregada de energía y el control de la climatización e iluminación, entre otros.

En Rubí, el autoconsumo compartido logra una reducción anual de 300 toneladas de CO2

De hecho, en el total de Cataluña, el porcentaje de instalaciones de autoconsumo industrial en el primer trimestre de 2022 fue de aproximadamente un 2,4%. Estas instalaciones representaron un significativo 23,8% de la potencia instalada en la región, medida en kilovatios (kW).

Las cifras reflejan una clara tendencia hacia la adopción de prácticas sostenibles en el sector industrial catalán. Un ejemplo destacado es el Ayuntamiento de Rubí, cuya iniciativa Rubí Brilla ha coordinado el primer proyecto de autoconsumo compartido de energía en todo el Estado, con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en más de 300Tn al año.

Esto se replica en otras regiones, como en Sevilla, donde la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto instalará paneles solares en sus naves, una iniciativa por la que también apuestan en Canarias. En concreto, en el Polígono Industrial de Arinaga, donde la creación de una comunidad energética permite a 690 empresas evitar la emisión anual de 6.030 toneladas de gases de efecto invernadero y 19,2 toneladas de dióxido de carbono, al tiempo que disfrutan de un ahorro energético del 40%.

Una oportunidad de crecimiento económico

De acuerdo con Geigle, la transición hacia la autosuficiencia energética en los polígonos industriales españoles “representa una oportunidad para el crecimiento económico, la protección del medio ambiente y el impulso de soluciones energéticas avanzadas”. En este marco, los polígonos se convierten en destinos atractivos para inversores interesados en proyectos de generación de energía renovable, almacenamiento, mantenimiento, comercialización y distribución.

Aunque los proyectos dependen de las administraciones, de las ayudas que se puedan recibir y de las aportaciones de socios y organizaciones sociales, “la transición de estos polígonos crea un entorno empresarial propicio para el desarrollo de tecnologías y soluciones energéticas avanzadas, una mayor creación de empleo y ahorro de costes”, añade Geigle.

En este contexto, el abogado recuerda que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España sitúa la modernización de los polígonos como un factor clave para transformar el sector industrial, favorecer la competitividad y atraer a nuevas empresas.
Julio, 2023.- La transición hacia un sistema energético cerrado y completamente eléctrico en los polígonos industriales brinda beneficios económicos y ambientales, como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la sostenibilidad ambiental, una mayor estabilidad en los precios energéticos y más seguridad en el suministro, defiende Uri Geigle, socio fundador de DAUSS Abogados y de la consultora verde SCHLAICH DAUSS.

Ante la crisis energética, cada vez son más los polígonos industriales en España que están adoptando un enfoque innovador al convertirse en naves autosuficientes que producen y se abastecen de su propia energía, reduciendo así la dependencia a la red eléctrica convencional. Este modelo emergente, que promueve la generación y consumo de energía local, está transformando la forma en que los polígonos industriales funcionan y ofrece un nuevo potencial de inversión en el sector energético.

“Uno de los ejemplos más destacados es el caso de Granollers, un municipio que ha apostado por la creación de comunidades energéticas, logrando gran efectividad en términos de sostenibilidad ambiental, así como en la estabilidad de los costos energéticos para las empresas ubicadas en el polígono”, explican desde DAUSS.

En 2020, las 14 empresas que formaban parte de esta iniciativa público-privada lograron ahorrar unos 80.000 euros anuales gracias a las comunidades energéticas, implementando sistemas de generación de energía solar fotovoltaica para autoconsumo compartido, con la compra agregada de energía y el control de la climatización e iluminación, entre otros.

En Rubí, el autoconsumo compartido logra una reducción anual de 300 toneladas de CO2

De hecho, en el total de Cataluña, el porcentaje de instalaciones de autoconsumo industrial en el primer trimestre de 2022 fue de aproximadamente un 2,4%. Estas instalaciones representaron un significativo 23,8% de la potencia instalada en la región, medida en kilovatios (kW).

Las cifras reflejan una clara tendencia hacia la adopción de prácticas sostenibles en el sector industrial catalán. Un ejemplo destacado es el Ayuntamiento de Rubí, cuya iniciativa Rubí Brilla ha coordinado el primer proyecto de autoconsumo compartido de energía en todo el Estado, con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en más de 300Tn al año.

Esto se replica en otras regiones, como en Sevilla, donde la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto instalará paneles solares en sus naves, una iniciativa por la que también apuestan en Canarias. En concreto, en el Polígono Industrial de Arinaga, donde la creación de una comunidad energética permite a 690 empresas evitar la emisión anual de 6.030 toneladas de gases de efecto invernadero y 19,2 toneladas de dióxido de carbono, al tiempo que disfrutan de un ahorro energético del 40%.

Una oportunidad de crecimiento económico

De acuerdo con Geigle, la transición hacia la autosuficiencia energética en los polígonos industriales españoles “representa una oportunidad para el crecimiento económico, la protección del medio ambiente y el impulso de soluciones energéticas avanzadas”. En este marco, los polígonos se convierten en destinos atractivos para inversores interesados en proyectos de generación de energía renovable, almacenamiento, mantenimiento, comercialización y distribución.

Aunque los proyectos dependen de las administraciones, de las ayudas que se puedan recibir y de las aportaciones de socios y organizaciones sociales, “la transición de estos polígonos crea un entorno empresarial propicio para el desarrollo de tecnologías y soluciones energéticas avanzadas, una mayor creación de empleo y ahorro de costes”, añade Geigle.

En este contexto, el abogado recuerda que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España sitúa la modernización de los polígonos como un factor clave para transformar el sector industrial, favorecer la competitividad y atraer a nuevas empresas.

Julio, 2023.- La transición hacia un sistema energético cerrado y completamente eléctrico en los polígonos industriales brinda beneficios económicos y ambientales, como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la sostenibilidad ambiental, una mayor estabilidad en los precios energéticos y más seguridad en el suministro, defiende Uri Geigle, socio fundador de DAUSS Abogados y de la consultora verde SCHLAICH DAUSS.

Ante la crisis energética, cada vez son más los polígonos industriales en España que están adoptando un enfoque innovador al convertirse en naves autosuficientes que producen y se abastecen de su propia energía, reduciendo así la dependencia a la red eléctrica convencional. Este modelo emergente, que promueve la generación y consumo de energía local, está transformando la forma en que los polígonos industriales funcionan y ofrece un nuevo potencial de inversión en el sector energético.

“Uno de los ejemplos más destacados es el caso de Granollers, un municipio que ha apostado por la creación de comunidades energéticas, logrando gran efectividad en términos de sostenibilidad ambiental, así como en la estabilidad de los costos energéticos para las empresas ubicadas en el polígono”, explican desde DAUSS.

En 2020, las 14 empresas que formaban parte de esta iniciativa público-privada lograron ahorrar unos 80.000 euros anuales gracias a las comunidades energéticas, implementando sistemas de generación de energía solar fotovoltaica para autoconsumo compartido, con la compra agregada de energía y el control de la climatización e iluminación, entre otros.

En Rubí, el autoconsumo compartido logra una reducción anual de 300 toneladas de CO2

De hecho, en el total de Cataluña, el porcentaje de instalaciones de autoconsumo industrial en el primer trimestre de 2022 fue de aproximadamente un 2,4%. Estas instalaciones representaron un significativo 23,8% de la potencia instalada en la región, medida en kilovatios (kW).

Las cifras reflejan una clara tendencia hacia la adopción de prácticas sostenibles en el sector industrial catalán. Un ejemplo destacado es el Ayuntamiento de Rubí, cuya iniciativa Rubí Brilla ha coordinado el primer proyecto de autoconsumo compartido de energía en todo el Estado, con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en más de 300Tn al año.

Esto se replica en otras regiones, como en Sevilla, donde la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto instalará paneles solares en sus naves, una iniciativa por la que también apuestan en Canarias. En concreto, en el Polígono Industrial de Arinaga, donde la creación de una comunidad energética permite a 690 empresas evitar la emisión anual de 6.030 toneladas de gases de efecto invernadero y 19,2 toneladas de dióxido de carbono, al tiempo que disfrutan de un ahorro energético del 40%.

Una oportunidad de crecimiento económico

De acuerdo con Geigle, la transición hacia la autosuficiencia energética en los polígonos industriales españoles “representa una oportunidad para el crecimiento económico, la protección del medio ambiente y el impulso de soluciones energéticas avanzadas”. En este marco, los polígonos se convierten en destinos atractivos para inversores interesados en proyectos de generación de energía renovable, almacenamiento, mantenimiento, comercialización y distribución.

Aunque los proyectos dependen de las administraciones, de las ayudas que se puedan recibir y de las aportaciones de socios y organizaciones sociales, “la transición de estos polígonos crea un entorno empresarial propicio para el desarrollo de tecnologías y soluciones energéticas avanzadas, una mayor creación de empleo y ahorro de costes”, añade Geigle.

En este contexto, el abogado recuerda que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España sitúa la modernización de los polígonos como un factor clave para transformar el sector industrial, favorecer la competitividad y atraer a nuevas empresas.

 

La transición hacia un sistema energético cerrado y completamente eléctrico en los polígonos industriales brinda beneficios económicos y ambientales, como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la sostenibilidad ambiental, una mayor estabilidad en los precios energéticos y más seguridad en el suministro, defiende Uri Geigle, socio fundador de DAUSS Abogados y de la consultora verde SCHLAICH DAUSS.

Ante la crisis energética, cada vez son más los polígonos industriales en España que están adoptando un enfoque innovador al convertirse en naves autosuficientes que producen y se abastecen de su propia energía, reduciendo así la dependencia a la red eléctrica convencional. Este modelo emergente, que promueve la generación y consumo de energía local, está transformando la forma en que los polígonos industriales funcionan y ofrece un nuevo potencial de inversión en el sector energético.

“Uno de los ejemplos más destacados es el caso de Granollers, un municipio que ha apostado por la creación de comunidades energéticas, logrando gran efectividad en términos de sostenibilidad ambiental, así como en la estabilidad de los costos energéticos para las empresas ubicadas en el polígono”, explican desde DAUSS.

En 2020, las 14 empresas que formaban parte de esta iniciativa público-privada lograron ahorrar unos 80.000 euros anuales gracias a las comunidades energéticas, implementando sistemas de generación de energía solar fotovoltaica para autoconsumo compartido, con la compra agregada de energía y el control de la climatización e iluminación, entre otros.

En Rubí, el autoconsumo compartido logra una reducción anual de 300 toneladas de CO2

De hecho, en el total de Cataluña, el porcentaje de instalaciones de autoconsumo industrial en el primer trimestre de 2022 fue de aproximadamente un 2,4%. Estas instalaciones representaron un significativo 23,8% de la potencia instalada en la región, medida en kilovatios (kW).

Las cifras reflejan una clara tendencia hacia la adopción de prácticas sostenibles en el sector industrial catalán. Un ejemplo destacado es el Ayuntamiento de Rubí, cuya iniciativa Rubí Brilla ha coordinado el primer proyecto de autoconsumo compartido de energía en todo el Estado, con el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en más de 300Tn al año.

Esto se replica en otras regiones, como en Sevilla, donde la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto instalará paneles solares en sus naves, una iniciativa por la que también apuestan en Canarias. En concreto, en el Polígono Industrial de Arinaga, donde la creación de una comunidad energética permite a 690 empresas evitar la emisión anual de 6.030 toneladas de gases de efecto invernadero y 19,2 toneladas de dióxido de carbono, al tiempo que disfrutan de un ahorro energético del 40%.

Una oportunidad de crecimiento económico

De acuerdo con Geigle, la transición hacia la autosuficiencia energética en los polígonos industriales españoles “representa una oportunidad para el crecimiento económico, la protección del medio ambiente y el impulso de soluciones energéticas avanzadas”. En este marco, los polígonos se convierten en destinos atractivos para inversores interesados en proyectos de generación de energía renovable, almacenamiento, mantenimiento, comercialización y distribución.

Aunque los proyectos dependen de las administraciones, de las ayudas que se puedan recibir y de las aportaciones de socios y organizaciones sociales, “la transición de estos polígonos crea un entorno empresarial propicio para el desarrollo de tecnologías y soluciones energéticas avanzadas, una mayor creación de empleo y ahorro de costes”, añade Geigle.

En este contexto, el abogado recuerda que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España sitúa la modernización de los polígonos como un factor clave para transformar el sector industrial, favorecer la competitividad y atraer a nuevas empresas.