¿Cómo podemos evitar tener las defensas bajas?

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Tener las defensas bajas es un problema que a veces incluso desconocemos. Notamos que enfermamos más de la cuenta y tenemos una serie de síntomas muy amplios que no relacionamos con las defensas, por lo que no ponemos remedio.

De esta manera, a continuación, vamos a ver qué síntomas tenemos cuando tenemos nuestras defensas bajas para después ver cómo podemos evitar que esto suceda.

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¿Cómo sabemos que tenemos las defensas bajas?

No hay un síntoma en concreto que nos haga pensar que nuestras defensas están demasiado bajas, pero sí un cúmulo de ellos que nos pueden indicar que tenemos un problema.

Estos síntomas están relacionados con un “exceso de enfermedades” o infecciones a lo largo del año, hasta tal punto de que nos damos cuenta de que nuestras defensas no pasan por su mejor momento, de que algo raro pasa con nuestra salud.

Por ejemplo, es normal tener un resfriado en invierno, pero no es normal tener ocho. Lo mismo pasa con la gripe, la cual se pasa una vez al año como máximo en un cuerpo con las defensas sanas.

Otros síntomas son las infecciones frecuentes en la boca, el cansancio general o que nos salgan abscesos en la piel muy a menudo.

 

¿Qué podemos hacer para aumentar nuestras defensas?

Aumentar nuestras defensas tiene mucho que ver con nuestro estilo de vida, pues la forma de vida que muchos llevamos es lo que hace que bajen drásticamente. En el Blog Tu Equilibrio y Bienestar podemos leer algunos consejos y cuidados para la salud escritos por profesionales de la salud, entre ellos algunos para mejorar tus defensas.

Dormir bien

Se ha demostrado que dormir mal perjudica a nuestra salud, de forma que si no dormimos bien hay que tomar medidas enseguida.

Dormir bien no quiere decir dormir ocho horas, pues hay gente que necesita dormir menos. Significa levantarnos descansados y no tener sueño a lo largo del día.

Si no conseguimos dormir bien durante varios días lo mejor es que consultemos al médico.

Fuera estrés

El estrés es la enfermedad del siglo XXI, un problema de salud muy perjudicial que entre otras cosas provoca defensas bajas.

Sabemos que es más fácil decirlo que hacerlo, pero hay que evitarlo a toda costa. Podemos ayudarnos de métodos de relajación, intentar cambiar los hábitos de vida e incluso plantearnos irnos del trabajo si es lo que lo provoca.

Sea como fuere, hay que trabajar duro para quitarnos el estrés de encima, pues quizá sea la causa principal de que nuestras defensas no trabajen bien.

Pensar de manera positiva

El pensamiento positivo es importante para tener una buena salud. No se trata de que leamos libros de autoayuda sin parar y apliquemos todo lo que dicen, pero sí de que tengamos una actitud positiva ante la vida.

Pensar de manera negativa no sirve para nada. Solo conseguiremos amargarnos, tener problemas mentales y de salud por todo lo que hemos ido hablando hasta ahora.

Si afrontamos la vida de una manera más positiva, nuestras defensas estarán mejor.

El deporte nos ayudará

Otro de los mejores revulsivos para las defensas bajas es el deporte, sobre todo si es al aire libre.

No hace falta que estemos en plena forma física para beneficiarnos del deporte a la hora de subir las defensas, pues algo tan sencillo y “pausado” como caminar por el campo nos ayudará mucho.

Podemos adaptar la actividad física a nuestro estado de salud y lo cierto es que, aunque solo caminemos un par de km al aire libre, enseguida vamos a notar una mejoría, sobre todo si tratamos de hacer actividad física una vez al día o incluso dos si podemos.