Las restricciones hacen que las flores preservadas despeguen de cara a San Valentín.

Esta modalidad es cultivada de forma natural y está sometida a un proceso de liofilizado, en el que se consigue preservar el producto para que aguante en buen estado mucho más tiempo.

En las últimas semanas, ha aumentado considerablemente la demanda de rosas eternas y otras flores preservadas. Una de las principales causas de este crecimiento es debido a las limitaciones de movilidad que marcan este San Valentín. Este año no habrá cenas en restaurantes románticos, ni escapadas de última hora. Sin embargo, las parejas se resisten a dejar pasar por alto una fecha tan señalada.

Con la mayoría de negocios y locales de restauración cerrados en prácticamente toda España, muchas floristerías, un sector que factura más de 600 millones al año en España, han optado por las flores preservadas. Gracias a su larga duración, los floristas pueden aprovisionarse sin miedo a que las normas COVID cambien y se queden con un stock de flores marchitas.

La rosa de toda la vida, reinventada

Las flores naturales, y especialmente las rosas, son uno de esos clásicos detalles que nunca pasan de moda. Sin embargo, uno de sus principales inconvenientes es que se estropean al poco tiempo. Por eso, cada vez son más las personas que se decantan por regalar rosas o flores preservadas. Esta modalidad es cultivada de forma natural y está sometida a un proceso de liofilizado, en el que se consigue preservar el producto para que aguante en buen estado mucho más tiempo de lo que lo haría de forma natural.

Mediante este proceso, una rosa es capaz de mantener su frescura durante al menos 3 años aunque, si se ubica en un lugar seco y limpio, puede llegar a aguantar incluso 5 o 10 años en perfecto estado y sin ningún tipo de cuidado.

En los últimos años, la popularidad de las rosas eternas se ha extendido mucho y, como es de esperar, durante estas semanas las ventas de este producto experimentan una importante subida. Desde rosaeterna.online, una de las empresas líderes de flor eterna, confirman que este tipo de flor natural no para de crecer. Sin duda, las ventajas respecto a las flores comunes son claras.

Cualquiera de estas flores preservadas puede encontrarse de forma fácil tanto en internet como en las floristería a pie de calle. Además, no es necesario encargarlas a última hora y esa es otra de sus ventajas frente a las flores naturales.