¿Por qué los créditos online son tan populares entre los españoles?

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Los préstamos personales online son un tipo de contrato que, junto con las hipotecas y los créditos físicos tradicionales, suponen el método de endeudamiento “favorito” por los españoles. Los créditos online son un recurso que se suele destinar a ciertos gastos concretos, como puede ser comprar un coche, sufragar los gastos de los estudios, hacer una reparación o reforma en el hogar, un viaje, darse algún capricho…

Los créditos rápidos suelen tener establecido un tiempo de devolución de 30 días, aunque algunos pueden llegar hasta a los 8 años. Los intereses más bajos que podemos encontrar oscilan entre el 6 y el 7%.

Hay páginas que se especializan en comparar esta fórmula de financiación: puedes seguir al enlace a la página del sitio para descubrir que empresa te interesa más.

¿Quieres saber porque esta fórmula de financiación es tan interesante? Te desvelamos los principales motivos.

La preferencia de los españoles por los créditos online
Para entender esta preferencia tenemos que hacer un viaje en el tiempo hasta el año 2008-2009, momento del tiempo en el que se desencadenó la crisis económica.

Nadie se imaginaba lo que iba a pasar a partir de ese momento. Muchos expertos pensaron que se trataría de algo pasajero, pero no fue así.

Los bancos podrían haberle dado la vuelta a la situación, ofreciendo financiación cuando más falta hacía. Sin embargo, decidieron cortar los créditos, y endurecer las condiciones para que fueran más complicados de solicitar.

Resumiendo, teníamos el siguiente panorama: aumenta la precariedad laboral, se destruyen trabajos y bajan los sueldos. Las hipotecas suben y nos asfixian, llegando a un punto en el que directamente acaban con nuestros ahorros. Los bancos no sólo no nos ayudan con el problema, si no que cortan la financiación para que no tengamos ninguna alternativa.

Es entonces cuando se consolida la fórmula de los créditos rápidos. Son un tipo de crédito que ha sido diseñado para concederse rápidamente, incluso en hasta unos minutos desde el momento de la solicitud. La idea es poder afrontar ciertos gastos que se pueden presentar en el día a día, sobre todo aquellos imprevistos.

Su principal ventaja es la rapidez de tramitación y los requisitos mínimos que nos imponen. Con tan sólo dar nuestro DNI, un documento que acredite que estamos percibiendo una determinada cantidad de dinero, y con nuestro número de cuenta bancaria será más que suficiente para que evalúen la solicitud. Y precisamente esta rapidez es lo que hace que sean tan populares entre los españoles.

Pero siendo realistas, no siempre son la mejor opción: lo cierto es que muchos de estos préstamos entrañan unos intereses muy alto, quizá demasiado altos. Si pedimos demasiado dinero, es muy posible que tengamos que afrontar unos intereses que no podamos pagar, por lo que habrá que tramitarlos con la cabeza fría.

Si necesitas financiación, recuerda que existen los préstamos online, pero analiza en detalle las condiciones antes de solicitarlos.