Continua el Cine de Verano más artístico, Marea Humana en el C3A (Incluye trailer)

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Continuan las noches de los jueves las sesiones de cine de Verano en el C3A.

Esta Noche Marea Humana de Ai Weiwei


Esta crisis es nuestra crisis

Imaginémonos lo siguiente: cuando el peligro llega, usted y su familia abandonan sus vidas de repente, huyendo de bombardeos y una ola represora que les pisa los talones. Invierte todos sus ahorros para conseguir pasar semanas o meses por montañas y a través de desiertos, para acabar saltando a una balsa de goma, atreviéndose a desafiar los peligros del mar, persiguiendo un futuro no que no está escrito. O bien espera en la incertidumbre, ante una frontera cerrada, en un campo de refugiados improvisado, luchando para impedir que el alambre de espino perfore sus esperanzas. Quizás consiga evitar una catástrofe, pero solo para acabar en una ciudad en la que nunca ha pensado, para acabar en nuevas calles llenas de miedos y furias que no tienen sentido. Sin embargo, el optimismo humano más básico le sigue empujando a vivir la vida pase lo que pase.

Lo que acabamos de describir no es una situación imaginaria. Son los verdaderos rostros, cada uno con las arrugas y las luces de las historias de amor y de coraje, los rostros de la lucha por la supervivencia. Son las caras de un planeta en movimiento, un planeta que tiene ante sí una emergencia humana. Mucho se ha dicho en los últimos años por parte de políticos y expertos sobre los millones de refugiados que huyen de la guerra, del hambre y de la persecución. Sin embargo, mientras sigue el debate sobre quién y cuántos, y sobre seguridad contra responsabilidad, la verdadera realidad cotidiana de la gente con sueños reales y necesidades reales atrapadas en un laberinto de incertidumbre se nos puede escapar. La misma palabra «refugiado» nos puede alejar, nos puede hacer olvidar que la historia principal de nuestros tiempos no es sobre estadísticas o masas abstractas, sino sobre el latido de los corazones, sobre vidas en construcción, una corriente de historias individuales llenas de colores, alegrías y dolores que no son diferentes de los que sentimos nosotros.

Por este motivo el artista Ai Weiwei  pone en primer plano la humanidad de los refugiados. Destaca  con Marea humana su búsqueda de las cosas que queremos: la seguridad, el refugio, la paz, la oportunidad de ser quien se quiere ser. Ai, personaje al mismo tiempo celebrado, perseguido y famoso por su espíritu de proscrito que le habla directamente al mundo sobre desigualdad e injusticia, se revuelve con esta película contra la marea mundial del miedo mediante un acto desafiante de amabilidad. Su carrera entera ha estado consagrada a la resistencia contra las fronteras de todas clases, sobre la unión del arte y del activismo. Y ahora, con Marea humana, otra vez experimenta con la extensión del campo del arte para que llegue a incluir el intento de cambiar el contexto social en el que se ubica su obra.

Ai afirma que la crisis que estamos presenciando no tiene su origen únicamente en el número asombroso de refugiados que no cuenta con algún lugar al que ir, sino también en la tentación de mirar hacia otro lado justo en un momento que reclama algo de todos nosotros. Por este motivo decidió viajar, realizar un viaje  épico para compartir las vidas cotidianas de las personas que huyen del caos. El resultado es una experiencia cinematográfica magnífica por su magnitud, pero profundamente íntima. Es una combinación perfecta de poesía con la realidad más dura, de risa junto con la adversidad, de lo duro con lo increíblemente hermoso. A través de un viaje a  23 países, Ai logra crear una inmersión que invita a una exploración más personal, una exploración que permite que cada espectador pondere sobre qué puede ser vivir la vida en su lado más vulnerable, y meditar sobre lo que debemos el uno al otro.

Al final, más de 200 personas trabajaron en el equipo de rodaje en un esfuerzo mundial para conseguir realizar Marea humana. Juntos, convirtieron la enorme producción en una celebración espontánea de la dignidad humana, y en una súplica para proteger a aquellos cuyos sueños diarios, amor y libertades han sido pisoteadas por la tiranía, la guerra y la privación.

Andrew Cohen, el productor ejecutivo, dice: “Marea humana es una continuación del trabajo de toda la vida de Weiwei: su búsqueda de la verdad y de la comprensión en cualquier sistema y en cualquier cultura. Durante su carrera ha interpretado el absurdo, las contradicciones y la belleza de la humanidad en el arte, algo que nos ofrece perspectivas frescas sobre nuestras propias vidas. En Marea humana nos lleva en un viaje con refugiados, y encuentra una manera de presentarnos la dignidad, la esperanza y el humor a lo largo de una odisea terrible. Compasiva y empática, como toda su obra, Marea humana también se puede ver como algo audaz en su estilo rupturista, provocativo en la manera en que da la voz a aquellos que no tienen voz, y que como toque de atención resulta ser todo un golpe. El publico no ve esta película, sino que la experimenta”.

Para Diane Weyermann, productora ejecutiva de la película y vicepresidente ejecutiva de películas documentales en Participant, la película abre puertas, y espera que con ella se logre que tiemblen las creencias de aquellos que buscan seguridad. “La película es muy cinematográfica, y cuando la vemos en compañía del público hay un sentimiento de vínculo tanto entre los espectadores como entre estos y la gente que aparece en pantalla. Uno siente que es el la persona que se arrastra a través del barro o que espera en un campo. Es asombroso e increíblemente emotivo. Y Weiwei es una fuerza incontenible de la naturaleza. Se preocupa mucho por esta historia y por la gente que encuentra a lo largo del camino, y nace un sentimiento muy fuerte sobre lo que contemplamos. Nos recuerda que en esta crisis, tenemos que mirar, tenemos que sentir, no tenemos que aceptar el status quo, tenemos que intentar cambiarlo.”

El productor Chin-Chin Yap concluye: “Weiwei siempre se ha interesado en la exposición y denuncia de las estructuras y los mecanismos de la justicia y de la opresión, tanto si estos mecanismo están en el arte, como si lo están en la política o en la sociedad. A menudo crea una empatía a través de su documentación meticulosa de las personas sin voz, desde sus trabajos sobre el terremoto de Sichuan a su instalación reciente 'Lavandería automática' donde las la ropa desechada de los refugiados fue lavada y planchada de manera impecable, consiguiendo darle, de esta manera, una nueva dignidad. Con Marea humana, muestra cómo los campamentos de refugiados y las ciudades se componen de elementos muy personales y muy humanos. Es una historia sobre hombres, mujeres, niños, y hasta un tigre, que evitan el peligro.”