Cómo vestir de mantilla en Semana Santa de forma elegante y correcta.

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• Fotografías de Paco Díaz

• Ritual de maquillaje y peinado con la peluquería cordobesa Hair Story y el equipo de Eduardo Raya

• Ritual de vestuario con el diseñador cordobés Francisco Tamaral.


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Por segundo año consecutivo, la suspensión de la Semana Santa por la pandemia nos ha hecho sentir una gran desazón para muchos por ser tradición centenaria, festividad y evento cultural que son pilares de una identidad y en muchos casos, motor económico de una ciudad o región. Un varapalo enorme en nuestras creencias, costumbres y en la incertidumbre que tiempos anteriores nunca volverán, o bien si regresa será de otra manera.

Para las mujeres, una de esas tradiciones y costumbres durante la Semana Santa es la de vestir de mantilla, una prenda con origen bastante ancestral. Mi intención no es aburrirte, pero el origen de este atuendo es bastante interesante ya que de las sacerdotisas iberas es de donde viene la mantilla y la peineta, con la que se solían cubrir la cabeza y el cuerpo. En España, el uso frecuente de la mantilla se daría en los siglos XVI y XIX, siendo una pieza básica en el ajuar de cualquier mujer española, quedando relegada por el uso del sobrero. Nos remontamos a mediados del siglo XX cuando las españolas llevaban a misa velo o mantilla siempre en color negro.

El uso de la mantilla ha sufrido a lo largo de la historia diferentes transformaciones debido a causas sociales, religiosas y climáticas y en la actualidad esta prenda será utilizada de manera ornamental en ocasiones muy marcadas, ya sea Semana Santa, bodas o bien para acudir a los toros, sobre todo más en la zona sur.

¿Por qué debe mantenerse este tocado tan tradicional? Quizás el hecho de vivir en una situación compleja de pandemia y con tantas restricciones nos atrae hacia aquello que no pudimos llevar, añorando el atractivo y singularidad de esta prenda llena de toques sobrios, clásicos y elegantes tan importantes en otras épocas. Es desde la nostalgia desde donde queremos revalorizar algo tan nuestro, y aunque posea un manual de protocolo bastante rígido, puede ser el momento de romper un poco las reglas establecidas y adaptarlo a los momentos actuales, conservando siempre el significado de luto durante la Semana Santa.

Te descubrimos las claves y los secretos para lucir una mantilla en todo su esplendor.

Es importante acudir a profesionales con experiencia en la colocación de la mantilla y peineta para que se luzca de manera correcta, como Eduardo Raya, propietario del salón de belleza Hair Story, en Córdoba situado en la Calle Conde de Robledo, 10, Pasaje. Además de ferviente defensor de esta prenda tan tradicional, te asesora en el peinado para que luzcas de forma regia y adecuada.

Lucir mantilla y peineta, supone portar elementos decorativos de gran sabor clásico y cuajadas de detalles en encaje, lo que da una elegancia especial, sobre todo cuando se lleva como madrina o momentos especiales festivos.
Para Semana Santa, el color siempre es el negro, por luto, y se llevará –especialmente- el Jueves Santo y el Viernes Santo.

Para el maquillaje, Eduardo Raya y su equipo, nos explica, en su especial rincón dedicado a ello con un sillón amplio y cómodo, que el maquillaje debe ser natural, aunque en estos momentos al llevar mascarilla, se puede enfatizar un poco más los ojos. Respecto al colorete nos aconsejan ligeramente rosado y en sombras tonos marrones, donde el eyeline si está permitido al igual que la máscara de pestañas. Como es lógico, para el reportaje fotográfico, los ojos han sido protagonistas con el delineador del ojo bien marcado.

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Lo primero de todo, dice Eduardo, “la edad marca la mantilla a comprar. Para las señoras de más edad la elegancia lo dará aquellas que son tupidas y las más jóvenes deberán llevarlas más finas”. Añade, que “la estatura es importante. Las más bajitas, deben elegir la peineta alta con mantilla más corta y en el caso de personas más altas lo favorecedor es una peineta de tamaño medio con una mantilla larga”.

Con respecto al pelo, la primera recomendación e imprescindible, según Eduardo, es “no lavárselo ese mismo día o incluso el anterior”. El motivo es para que la peineta quede mejor fijada en la cabeza. Además, siempre se llevará con un moño bajo, previo a utilizar en el cabello polvos voluminizadores para dar cuerpo y densidad al peinado.

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Posteriormente, se encaja los dientes de la peineta en la cabeza utilizando ganchillos y cuidando que queda bien fijada. La mujer que lo lleve debe de encontrarse cómoda y segura en el movimiento.

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A continuación, fijada la peineta se coloca la mantilla que generalmente suelen ser rectangulares. Se fija en el centro de la cabeza, se busca una simetría perfecta a los laterales y en la parte trasera y por encima del moño, se riza de forma natural, momento en el que se sujeta con un broche de plata.

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Siempre dejando algo de anchura para libertad y comodidad de movimiento de la cabeza. Por delante, la mantilla deberá tener la función de favorecer al máximo la cara, con lo que se debe buscar un equilibrio para que no sea ni muy corto o demasiado excesivo.

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 Para esta ocasión, hemos utilizado una mantilla de encaje de chantillí -son más ligeros- de forma rectangular del diseñador cordobés Francisco Tamaral y peina de carey.

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Vestir la mantilla como manda la tradición

Ante todo, es importante recordar que las mujeres vestidas de mantilla negra en Semana Santa, por luto, van por lo general detrás de un Cristo o Virgen, es por ello que existe un protocolo o normas básicas que se deben cumplir.
Antes de nada, hay que pensar que las tradiciones se heredan y que con el paso del tiempo cambian como resultado de nuevas situaciones, experiencias y conocimientos de la sociedad para adaptarse a los tiempos y sus circunstancias y por las influencias con otros grupos sociales que pueden aportar otra mirada. Con lo que soy partidaria de incluir pequeñas variaciones creativas o nuevos códigos siempre con el objetivo del luto.

El vestido siempre será en color negro, sin ceñirse exageradamente al cuerpo y generalmente liso. Los tejidos a elegir suelen ser terciopelos, crepé o seda. Y se recomienda que el largo, sea por debajo de la rodilla, dando mucha más elegancia. Por favor, evitar escotes exagerados, siendo los de barco muy favorecedores. Respecto a las mangas, largas o a la francesa. Aunque en algunos casos estamos viendo, de manga globo y cortas que dan toque de modernidad y abren paso a nuevos códigos y creatividades de diseñadores actuales.

Además, los complementos también son muy importantes:

• Las medias: Siempre negras, también se admiten las transparentes, pero queremos ser elegantes siempre. No a las medias tupidas y rotundo no a las medias de rejilla.

• Los zapatos: También de color negro, lo más cómodo son salones de tacón medio. El tacón alto puede resultar favorecedor, pero cuando hablamos de procesiones es mejor huir de ello.

• Los pendientes: De estilo austero, pero con gusto. Las perlas o la plata envejecida dan mucho estilo y son muy favorecedores.

• Cadenas: Normalmente se llevan las medallas de la cofradía, siendo posible sustituirlas por una cadena fina con una pequeña cruz o bien también un collar de perlas nada ostentoso.

• La peina: Adecuada a la estatura de la mujer.

• La mantilla: Regla principal a cumplir que nunca supere el largo de la falda. Se sujeta a la peina por detrás con un broche de plata u oro blanco formando un pequeño rizo.

• Guantes: De color negro y cortos. Pueden ser de terciopelo, raso o rejilla y se deben evitar los de encaje. Se pueden acompañar con un pequeño rosario.

• Maquillaje: Natural y sobrio. Destacar algo más los ojos.

• Bolso: Si se diera el caso, siempre es aconsejable uno pequeño y de color negro.


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• Agradecer a todas las personas que han hecho posible esta sesión de fotos por su trabajo tan profesional, hecho con amor, cariño y pasión para trasmitir optimismo e ilusión en estos tiempos tan complicados y difíciles con la mirada puesta en el regreso de la Semana Santa 2022.

• Paco Díaz, fotógrafo cordobés. Recomendable al 100%.

Eduardo y todo su equipo de Hair Story son grandes profesionales en imagen. Siendo especialistas en maquillaje y peinados para novias, invitadas y madrinas en las que están especializados en recogidos y colocación de mantillas, con lo que acudir a ellos será siempre un gran acierto.

Vestido, mantilla y peina del diseñador cordobés Francisco Tamaral que también ha aportado las pautas de cómo vestir de mantilla y desde su ateliar aporta más de 30 años de experiencia vistiendo a la mujer en momentos muy importantes de boda, madrina, invitadas, comuniones y flamencas.
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